Juan Marcelo Ojeda sufre un tipo de leucemia que, como él mismo dijo, fue tomada a tiempo. Chelo entrena con el plantel de River pero eso no significa que vaya a jugar en poco tiempo más “hoy el fútbol ocupa el segundo lugar en mi vida”, confiesa.
En poco tiempo pasó de todo en la vida de Juan Marcelo Ojeda. A fines de junio el arquero tenía un pie en el Atlas de México. Pero unos análisis de sangre salieron mal y empezó el mal momento del arquero. “Por suerte lo agarraron a tiempo y estoy medicado. La medicación hizo efecto rápido y los glóbulos se normalizaron”, dice hoy, casi dos meses después.
Ojeda, en declaraciones a La Red rememoró cómo vivió los primeros instantes con su enfermedad: “yo no quería decirle ni a mi novia, ni a mi familia, pero se fueron enterando por que los periodistas iban llamando a mi casa”, confesó.
También y pese a formar parte de los entrenamientos, el arquero tiene bien en claro las prioridades: “Hoy por hoy el fútbol ocupa el segundo lugar en mi vida”, puntualizó. Sin embargo, afirmó que “Yo vengo con la idea de jugar, sino me quedó en mi casa disfrutando con mis amigos”.
Reveló que apenas enterado de su problema le consultó a un médico si eso era hereditario: “me dijo que no es hereditario. Es algo mío nada más”, explicó. Además contó como se siente hoy en día: “La verdad es que me siento bien, no muy bien. Estoy tratando de ir afinando detalles”, cerró Juan Marcelo, en franca mejoría. Atajando la pelota más difícil de su vida.
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